La discapacidad física es un concepto que, a lo largo del tiempo, ha evolucionado gracias a los avances en la comprensión de las necesidades y capacidades de las personas. Un instrumento clave en esta evolución es la Clasificación Internacional del Funcionamiento, la Discapacidad y la Salud (CIF), desarrollada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este sistema clasifica y estructura el funcionamiento y la discapacidad desde una perspectiva más amplia, incluyendo el contexto social y ecológico.

Promover la igualdad de oportunidades y el respeto por la diversidad mediante políticas públicas es importante, al igual que la implementación de servicios que mejoren la calidad de vida de las personas con discapacidad física.

Clasificación internacional del funcionamiento, la discapacidad y la salud (CIF)

La CIF tiene como objetivo comprender mejor la interacción entre las condiciones de salud, el entorno y la participación de las personas en la sociedad.

Terminología: funcionamiento, discapacidad y salud

En la CIF, la terminología relacionada con la discapacidad física se define de manera precisa:

  • Funcionamiento: Se refiere a todos los aspectos del bienestar físico, mental y social de una persona. Incluye tanto las funciones corporales como las actividades y la participación.
  • Discapacidad: Representa las limitaciones en el funcionamiento, que pueden estar relacionadas con una deficiencia en las funciones corporales, la realización de actividades o la participación en la sociedad.
  • Salud: Este término se vincula con el estado general de bienestar y no solo la ausencia de enfermedad o dolencia. En el contexto de la CIF, la salud incluye la capacidad funcional y el grado de participación social.

Estas definiciones destacan que la discapacidad física no se limita a un diagnóstico médico, sino que también se debe considerar cómo afecta a las actividades diarias y la interacción con el entorno.

Objetivo y finalidad

El objetivo principal de la CIF es proporcionar un lenguaje estandarizado y un marco conceptual para describir el estado de salud y discapacidad de las personas, independientemente de sus contextos sociales, culturales o geográficos. Esta clasificación busca:

  • Medir la salud y el nivel de discapacidad en la población global.
  • Evaluar cómo las personas con discapacidad física interactúan con su entorno y las barreras que enfrentan.
  • Proporcionar una base para el desarrollo de políticas de salud, educación y servicios sociales.

Además, la CIF no solo se centra en lo que una persona no puede hacer, sino también en sus capacidades y las oportunidades para mejorar su calidad de vida.

Enfoque bio-psico-social y ecológico

Uno de los aspectos más innovadores de la CIF es su enfoque bio-psico-social y ecológico. Este enfoque combina tres perspectivas:

  1. Biológica: Considera las funciones corporales y las estructuras afectadas por la discapacidad física.
  2. Psicológica: Evalúa cómo la discapacidad afecta el bienestar mental y emocional de la persona.
  3. Social: Examina el impacto de la discapacidad en la interacción con la sociedad, como la participación en actividades cotidianas y comunitarias.

Este enfoque multidimensional es fundamental para entender cómo la discapacidad física no es solo una cuestión médica, sino que involucra factores psicológicos y sociales, como la accesibilidad, el apoyo familiar y las políticas públicas.

Funciones y estructuras corporales

Dentro de la CIF, las funciones corporales se refieren a las funciones fisiológicas de los sistemas del cuerpo, como la movilidad, la fuerza muscular y el equilibrio. Por otro lado, las estructuras corporales se relacionan con los órganos y las partes del cuerpo que pueden verse afectadas por una discapacidad física, como los huesos, músculos y articulaciones.

Las alteraciones en estas funciones y estructuras corporales pueden dar lugar a deficiencias, que limitan la capacidad de una persona para realizar actividades cotidianas. Por ejemplo, una lesión en la médula espinal puede afectar la movilidad y requerir el uso de dispositivos de asistencia.

Actividad

La actividad se refiere a la ejecución de tareas o acciones por parte de un individuo. En el caso de una persona con discapacidad física, las limitaciones en la actividad pueden variar según el tipo y grado de discapacidad. Algunos ejemplos incluyen:

  • Dificultades para caminar o moverse.
  • Limitaciones para realizar tareas como vestirse o alimentarse.
  • Problemas para acceder a entornos físicos no adaptados.

La CIF enfatiza que estas limitaciones no siempre son causadas únicamente por la condición física, sino que también pueden ser influenciadas por barreras en el entorno, como la falta de accesibilidad en edificios o transportes públicos.

Participación

La participación se refiere al involucramiento de una persona en situaciones de la vida, como el trabajo, la educación o las actividades sociales. En el contexto de la discapacidad física, la participación puede verse restringida por barreras físicas, sociales o actitudinales.

Es aquí donde la CIF destaca la importancia del entorno y de cómo las adaptaciones adecuadas pueden mejorar la inclusión y la participación de las personas con discapacidad física en todas las áreas de la vida. El acceso a entornos accesibles, el apoyo social y las políticas inclusivas son esenciales para promover una mayor participación y una mejor calidad de vida.

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